ATIZAPÁN DE ZARAGOZA, Estado de México.- Alarmante y kafkiana situación atraviesa el organismo de agua SAPASA, donde sucede de todo y al mismo tiempo no pasa nada, puesto que quienes violan la ley a placer para desmontar esta institución, no se cansan de hacerlo, pero no advierten que la operación limpieza ya empezó y puede convertirse en una ola que se lleve toda la basura de una buena vez.
Y es que los usuarios del organismo, merecen que éste sea funcional, que tenga suficientes recursos para atender las diferentes necesidades como el mejor abastecimiento del vital líquido y la realización de obras hidráulicas fundamentales en las colonias y fraccionamientos de Atizapán, no que esa institución se encuentre en calidad de secuestrada y de rodillas ante la corrupción.
Además, la viabilidad de SAPASA tiene que ser en serio y no en broma como está sucediendo con funcionarios a los que nada les importa el deplorable estado financiero, que se encuentra a poco y nada de la completa bancarrota, porque lo están enfilando hacia eso, con saqueos por todos lados y “soluciones” que no lo son, a los retos que se enfrenta.
Por ejemplo, el tesorero José Ortega Ríos, sin aprender la lección de los errores que cometió el gobierno anterior, que contrató los servicios de una empresa para la recuperación de la cartera vencida de SAPASA y que el único resultado fue que cobró más de 50 millones de pesos, sin una reducción significativa del número de morosos, hoy hace exactamente lo mismo.
Dicho funcionario, está haciendo tratos para que un consorcio externo al organismo, se encargue de la cartera vencida y en teoría, recupere las grandes cantidades de dinero que se encuentran hasta la fecha insolutas, por parte de los usuarios que no se han puesto al corriente.
Para el ciudadano común y corriente, el hecho de que le pongan enfrente una empresa que lo presione para pagar a costa de lo que sea, así tenga que dejar de comer con tal de dejar atrás el adeudo y las intimidaciones de los requerimientos con los que se le amaga de la restricción del suministro del vital líquido, no solucionan nada, solo contribuyen a alterarlo y a que tal vez, en vez de pagar se resigne a que le suspenderán el servicio de agua.
Está más que comprobado, que el moroso sí acude a pagar cuando se le motiva con campañas de descuentos que no impacten rudamente en su bolsillo y no le ponen en riesgo de alimentarse menos, vestir menor, viajar menos, etc, como aquellas que eliminan multas y recargos al 100 por ciento. Desde esa lógica, la recaudación crece y se fortalecen las finanzas de la dependencia.
Sin embargo, José Ortega Ríos prefiere tomar como opción la menos indicada y la que puede terminar por costarle nuevamente millones a SAPASA, sin que el rezago de pagos sea realmente resuelto.
Además, la venta de la cartera vencida, deja a los usuarios que deben a merced de embargos, no solo de la restricción en sí del suministro de agua, sino de un grave daño a su patrimonio familiar.
Pero si esa táctica funcionara, la recaudación de SAPASA no se encontraría tan baja como está al día de hoy, con sumas ridículas como 3 mil pesos por concepto de multas, cuando en no pocas ocasiones una sola vivienda registra multas hasta superiores a los 50 mil pesos.
La red de corrupción que opera en el organismo, ha impuesto su voluntad y sostiene su propia economía, no la de SAPASA, a través del coyotaje, con el apoyo de Marco Tulio Lozada, hijo del ex alcalde Francisco Lozada, quien le cierra el paso a los usuarios para que no presenten quejas ante la Contraloría Interna.
Aunado a lo anterior, el subdirector comercial Arturo Fernández, articula el coyotaje al fomentar arreglos “en corto” con los usuarios, lo que explica que la mayor parte del dinero no ingrese a SAPASA y sí a los bolsillos de ambiciosos seudo servidores públicos.
Por tal razón, toda inconformidad ciudadana es acallada de inmediato, si hay cobros excesivos, notificaciones amenazantes y amagos de restringir el servicio de agua.
Dicho funcionario, sabedor de que puede entrar una empresa que acuerde con los usuarios y que eso significaría para él, el final del negocio que realiza, hace todo lo necesario para evitar que eso suceda, contando con la asesoría de Marco Tulio Lozada, para que la maquinita de dinero siga dándole importantes dividendos.
Sin embargo, el alcalde Pedro Rodríguez ya inició con la limpieza en SAPASA, de lo que es una clara evidencia la baja de casi 50 aviadores, por lo que la lupa presidencial está sobre el organismo y los que se creen invencibles, pueden acabar derrotados.