Saqueadores profesionales, lobos disfrazados de ovejas, hacen de las suyas para enriquecerse con el organismo de agua SAPASA, en el que han encontrado la fuente de su fortuna personal, mediante la realización de inmorales actividades para extraer los recursos con que éste cuenta, endeudándolo y condenándolo al peligro de caer en total quiebra.
Sin un mínimo de ética y con absoluto cinismo, el coordinador del área de adquisiciones Jorge Israel Aceves Sánchez, al igual que la subdirectora de administración y finanzas de SAPASA, María Luisa Gudiño Aguilar, conforman un dueto infernal, que, respaldado por empresarios voraces, hacen su agosto inflando precios, para conseguir jugosas ganancias.
Para alcanzar sus obscuros objetivos, ambos funcionarios cuentan con la solidaria complicidad de empresas como CEMSA y COVEPASS, en donde han tejido una red de contubernio cuyos engranajes son operadores dedicados al trabajo sucio, los cuales contribuyen al descarado saqueo del organismo.
Tan grave es esta situación, que Aceves Sánchez y Gudiño Aguilar, le dan manga ancha a empresas manejadas por gente deshonesta, que facturan fuertes cantidades de dinero a SAPASA, haciendo trabajos a medias, ya que usualmente no los concluyen.
Además, permiten que dichas empresas, cobren por productos que proveen a SAPASA a precios muy por encima de los del mercado, los cuales son de una calidad inferior a la que representan los pagos que reciben.
En otros casos, ambos siniestros personajes, facilitan al propietario de CEMSA y COVEPASS, que cobre sin haber entregado absolutamente nada al organismo, ya que los materiales que supuestamente deberían canalizarse al almacén de SAPASA, nunca llegan a su destino.
Dichos servidores públicos, son totalmente complacientes con las comercializadoras que surten a SAPASA pinturas, accesorios para tuberías, material de construcción, entre otras cosas y los venden a la dependencia, al doble del costo que éstos tienen en el mercado, lo que implica una sangría económica y una acción fraudulenta de parte de quienes la ejecutan y de los que la solapan.
La defraudación que se está cometiendo contra SAPASA es del tamaño del Estadio Azteca.
Y así las cosas, el titular de la Coordinación de Administración o Adquisiciones, Jorge Israel, no actúa solo sino con la venia de María Luisa Gudiño, una prepotente priísta que lo protege y solapa, misma que se siente muy ancha porque dice tener grandes palancas con la dirigencia de su partido, pero cuya honestidad está en duda, ya que pasan por sus manos cheques de cientos de miles de pesos sin comprobar esos recursos, así como facturaciones con falta de documentación que sustente debidamente las adquisiciones.
Por si fuera poco, se le vincula con falta de verificación del SAT, sin firmas ni sellos, pólizas sin contratos, sin entradas ni salidas del almacén, nula elaboración de órdenes de compra en muchos casos, pero sí emitió los cheques de pago.
¿Qué es lo que esta persona está pagando entonces? Hay un completo desorden y total falta de control en los movimientos que Gudiño realiza, lo que se transforma en enormes fugas, no de agua sino de recursos que se esfuman de SAPASA.
Se comenta, incluso, que esta mala servidora pública, ha presentado facturas de improcedencia como uniformes para equipos de futbol, compra de atoles y tamales, compra de dulces, le han sido detectadas facturas pagadas sin contrato y demás documentales, que sustenten los pagos millonarios que ha hecho la Subdirectora de Finanzas, lo que causó un tremendo problema de desabasto de gasolina, por pagar millones a sus consentidos, sin contar la documentación legal que lo justificara.
Y además, movimientos bancarios, como traspasos de cuentas en donde no informa de dónde sale y a dónde entran los recursos, pagos a beneficiarios de Pensión Alimentaria sin identificación oficial, pagos a SOFIMEX por millones de pesos sin soporte documental, existen recibos de pago de nómina pagados sin firma original del beneficiario por cientos de miles de pesos.
No conforme con ello, hace pagos a empresas por arrendamiento de maquinaria, pero no cualquiera sino a sus amigos consentidos y a los que le acerca su coordinador de adquisiciones Jorge Israel Aceves Sánchez, quien dice que él está directo con el presidente Pedro Rodríguez y también se siente intocable y elevado a los cielos.
Finalmente, además de todas esas anomalías, ha demostrado ampliamente su incapacidad, como ocurrió con un cobro inexistente de energía eléctrica, que alegó a la CFE y cortaron la luz en SAPASA.
Debido a ello, pagó 5 millones 331 mil 288. 61 pesos, sin analizar ese cobro, no se sabe si por miedo o por intereses del diezmo pagó el cobro por consumo de energía eléctrica, en el tanque Temixco también conocido como Tanque Colosio, este pago fue sin analizar que ese tanque nunca ha funcionado. Aquí se demuestra su falta de conocimiento, criterio por no defender el dinero del pueblo o de plano también tenía algún interés.
Gudiño y su vasallo Jorge Israel, no pierden el tiempo, todas las irregularidades que se están cometiendo en el organismo de agua por parte de los dos funcionarios, tendrán que tocar fondo en el algún momento y despertar el interés de la Contraloría Interna de Atizapán, pero también del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), para que se aclare toda la situación y se proceda conforme a derecho, para que SAPASA deje de ser una institución víctima de un despiadado saqueo.